A los abogados y a los médicos siempre hay que decirles la verdad
30/10/17
¿Por qué nunca hay que mentir a un abogado?
Por la misma razón que nunca hay que mentir a un médico. Si le dices que te duele la cabeza cuando en realidad te duele el brazo, será muy difícil que te cure por muy buen profesional que sea.
En mi profesión como abogado, yo no te voy a preguntar lo que no necesito saber.
Tú me tienes que contar todo aquello que consideres importante o relevante para el caso que me estás encargando.
Sin embargo, te pido encarecidamente que lo que me cuentes, sea lo que sea, debe ser la verdad, puesto que yo tejeré mis argumentos con lo que tú me estás contando.
A veces, en la práctica de las entrevistas previas a un juicio, la intuición me alerta sobre algunas cosas que en principio “no parecen muy ajustadas a la realidad de lo que ocurrió”.
En ese momento siempre le digo algo a mi cliente (algo que hoy te digo a ti para que reflexiones): si en el momento de la vista, aparece un testigo que yo no tenía previsto o cualquier otra prueba que desmonta o hiere de gravedad la argumentación jurídica que estaba desplegando para ganar nuestro caso, se producirán inevitablemente dos consecuencias:
- A mí se me derrumba todo el planteamiento y con toda probabilidad haré el ridículo en la sala.
- Tú sufrirás las consecuencias de la mentira o la verdad a medias que contaste.
¿Había dicho dos consecuencias?
Se me olvidó la tercera: Hemos perdido el caso.