Productos de inversión: lección imprescindible
No volvamos a meter la pata. Lección imprescindible cuando nos ofrecen productos de inversión
Dicen que la crisis ya ha pasado, que las aguas vuelven a su cauce y que la campaña de Navidad que se avecina va a ser la mejor de la historia. Han pasado diez años desde el gran batacazo y ante la presunta euforia que se avecina yo me pregunto: ¿y si aprendemos algunas de las lecciones de la crisis?
Siempre hemos escrito que nunca deberíamos contratar ni firmar algo que no entendamos a la perfección. Así que os voy a recomendar algo para cuando os vuelvan a ofrecer un producto de gran rentabilidad que hará que vuestros ahorros se multipliquen, quizás una cuestión positiva de la crisis es que se modificó y creo una legislación cuyo objetivo era proteger más al consumidor, y esto que os cuento no es más que el art. 79 bis 8 a) LMV (actual art. 217 del Texto refundido de la Ley del Mercado de Valores aprobado por el Real Decreto Legislativo 4/2015, de 23 de octubre).
Según la clasificación de los productos financieros realizada por esta Ley, son productos NO COMPLEJOS, los que cumplan todas y cada una de las siguientes cuatro características:
- a) que sean reembolsables en cualquier momento a precios conocidos por el público;
- b) que el inversor no pueda perder un importe superior a su coste de adquisición, es decir, a lo que invirtió inicialmente;
- c) que exista información pública, completa y comprensible para el inversor minorista, sobre las características del producto;
- d) que no sean productos derivados.
A sensu contrario, son productos o instrumentos financieros complejos los que no cumplen con todas o alguna de las características anteriores.
Los productos complejos pueden suponer mayor riesgo para el inversor, suelen tener menor liquidez (en ocasiones no es posible conocer su valor en un momento determinado) y, en definitiva, es más difícil entender tanto sus características como el riesgo que llevan asociado.
Así que ya sabes, si no eres un experto inversor la gran pregunta que debes hacer es: ¿Me darías por escrito que este producto según la ley es un PRODUCTO NO COMPLEJO y que cumple las cuatro características?
Y ya sabes, antes de firmar, mira este vídeo:
